Yo hombre, no fui
Yo confieso,
que he mentido,
que no soy Jesús el Cristo,
que no puedo los pecados del mundo perdonar
Que no soy el cordero,
que nunca quise serlo
Que tuve miedo
Que culpé a mi Padre
y que negué el nombre de la madre
Que no vine a honrar lo indecoroso
Que soy el hijo incestuoso
Que odié a mi prójimo como a mí mismo
Que tengo miedo de mí
Que odio y me complazco
Que no sé perdonarlos cuando saben lo que hacen
Que no ruego por ellos ni seré en sus despojos prosternado
Que no sé amar sino al Mismo,
que lo demás es hedonismo
Que no tengo ni ruego perdón de Dios
Que a cada bofetada deseé que ésta fuera su mejilla
Pero ved a Dios ¡Ah corazón del amor inerte!
Ved mi cruz, impía e impura
No os compadezcáis de mí
No temáis
Soy tan sólo un hombre.
Alexis Ramírez V. Marzo de 2008
Muy bueno, bien escrito y muy cierto, aunque a muchos les duela; es cierto.
ReplyDeleteSigue escribiendo asi que vas por buen camino. Saludos.
Mi cherry
ReplyDeleteandas muy crístico. Hablaremos en su momento, nos hemos leído, nuestros ensayos -en mi caso, colectivos, junto con mis amigas imaginarias- y creo que llegó el momento de la verdad (Ahhh !¿existe?)...
Moncherries
necesito que me envíes la bio-esbozo- de Holderlin para esta semana. Necesitamos hablar de la publicación, et cetera...¿Tú crees que yo solo sirvo para las rondas en Río de la Plata?
"Que a cada bofetada deseé que ésta fuera su mejilla"... me gusto mucho ese verso y el poema en general.
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