La fiesta de Hécate
[Selección]
Por el paraíso de la descomposición voy volátil.
Me filtro en los muros de mi existencia,
me baño en las aguas de la indecencia.
Del caos de Estigia emergen figuras insólitas.
Me arrojo en sus fuentes auténticas
—esto es belleza, me digo—, me baño y me embriago de ella.
¡Oíd, las musas cantan y bailan el ditirambo!
Pan sopla de su fálica flauta.
Dionisios se tira un cabrón.
Orfeo toca el oboe.
Febo baila con ménades la danza del fornicio.
Palas y Vesta yacen en el mismo lecho
—y su preciada virtud no tiene mácula:
Decid, oh pulcras togas de lino,
que su crujir tersa los prados—.
[...]
Afrodisa preside el trono de Hécate.
Proserpina, soberana anfitriona,
destila quintaesencias.
El poeta a ella consagra el Ágape,
la invoca como su matrona.
[...]
Aquí a un alto dios dandy
se alzan en jugosa pira
el incienso, la mota, la mirra,
el azufre, el ajenjo, el brandy,
el opio y las carnes evanescentes.
[...]
De sudor y vapores se enturbia la noche
Dulces y dulceamargos son los olores
De pieles son los rituales de Eros
Náyades y Ganímedes los coperos
Los vinos de varios violáceos colores.
[...]
Alexis Azazel Emilio. Diciembre de 2007